Con las vacaciones de verano, llega la exposición excesiva al sol. Aunque en el ser humano el sol, entre otras cosas, es necesario para la síntesis de vitamina D, favorece la circulación sanguínea y mejora el desarrollo de algunas enfermedades de la piel, exponerse por tiempo prolongado a este podría causar daños, por lo que es recomendable proteger la piel adecuadamente.

Entre los daños que puede causar el sol tras exponerse durante mucho tiempo a este están: quemaduras de la piel y lesiones oculares, envejecimiento, manchas y lesiones cutáneas y el cáncer de piel. 

Son especialmente nocivas las exposiciones sin protección a edades infantiles y jóvenes, y estas están relacionadas con el riesgo de aparición de cáncer de piel. 

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al año se diagnostican entre dos y tres millones de pacientes con cáncer de piel. Una cifra bastante alta, considerando que anualmente hay 12 millones de nuevos casos de cáncer en general. Incluso, esta patología multiplica por cinco el carcinoma mamario y de próstata.

Protegerse del sol es una tarea esencial y para eso está la fotoprotección, las medidas que se pueden tomar con el fin de disminuir los efectos negativos del sol sobre el organismo. 

Según el Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología (CILAD) la protección solar debe empezar desde edades muy tempranas y continuar durante toda la vida, debido a que se estima que durante los primeros dieciocho años de vida un individuo recibe el 80% de la radiación solar que recibirá durante toda su vida, por tanto la protección solar en la infancia es una manera de prevenir el cáncer de piel en la adultez, por esto,  hay que enseñar a los niños algunas reglas que  se deben cumplir para una buena protección:

Evitar la exposición solar en horarios del mediodía, entre las 10:00 am y las 4:30 pm.

Utilizar protector solar de amplio espectro (UVB- UVA) con factor de protección 30 o mayor, antes de exponerse al sol  y renovar el  mismo cada dos horas o luego de un baño o transpiración excesiva.

Utilizar indumentaria adecuada que aumente la protección solar como sombreros con ala ancha o gorras con visera, y remeras  y pantalones de trama cerrada y de colores oscuros. 

Convencerse y convencer a los demás de  que la exposición solar sin precauciones es riesgosa, por lo tanto se deben tomar medidas de protección.

Se debe evitar también la exposición al sol por períodos prolongados, para lo cual es bueno ubicarse y jugar en lugares  a la sombra, con todo esto evitamos las quemaduras solares

 

Qué hacer para evitar el daño solar?

Antes de la exposición solar, utilizar  en todo el cuerpo, pantallas solares de amplio espectro, contra UVA-UVB, con un factor de protección 30 o mayor, y reaplicarlas cada dos horas, aun en días nublados. 
Una vez elegida la pantalla solar esta debe ser aplicada como cualquier crema o loción sobre toda la superficie del cuerpo, incluyendo las orejas, y los labios, 20 minutos antes de la exposición solar.
Es importante destacar que los niños menores de seis meses de edad deben evitar completamente la exposición al sol, y la única protección que pueden utilizar es la ropa adecuada.