Contra todo pronóstico, el adolescente santiagués Andy Herrera, quien estableció un récord como la persona que ha permanecido conectada al corazón artificial durante más tiempo, se graduó de la secundaria en Florida, mientras aún espera un trasplante renal.

Herrera, quien hace cuatro años recibió un trasplante de corazón tras durar un año y 28 días conectado a la máquina ECMO, ingresó al sistema educativo de Gainesville Florida, luego de la negativa de varios centros, y que algunos doctores pensara que no libraría la batalla que inició hace cinco años, cuando fue llevado desde Santiago a Isla Caimán por una fundación a cambiarle una válvula que le habían colocado por una cardiopatía congénita, cuando su corazón dejó de responder, y tras las gestiones de sus padres y la solidaridad de personas que hicieron maratones y usaron la plataforma gofundme para recaudar fondos, y el apoyo de figuras del deporte y del entretenimiento, fue trasladado al citado estado norteamericano.

Debido al tiempo prolongado que pasó conectado al corazón artificial, sus riñones se vieron afectados. Sin embargo, no fue posible realizarle el trasplante renal en ese momento debido a una hemorragia que representaba un riesgo para su vida. Desde entonces, Andy ha tenido que someterse regularmente a diálisis mientras espera que le realicen el trasplante renal.

 

Andy Herrera va por más

“El momento que entré a la escuela fue muy especial, porque son exigentes, habían alumnos de muchos países, pero también fue difícil porque no sabía muy bien el idioma y cuando entré a noveno entré a mitad de año y a mitad del segundo semestre comenzó el covid y tuve que volver a la casa a tomar clases en líneas durante dos años, hasta este año que pude regresar a la escuela, pero sí fue muy difícil y a la misma vez muy lindo estar ahí porque conocí muchas personas”, narra Andy.

Además de los problemas citados, a dos semanas de graduarse lo llamaron de la dirección de la escuela para decirle que le faltaban unos créditos, porque no había dado unas materias o la profesora había olvidado reportarla, y pudo completarlos en una semana.

“Gracias a Dios pude terminarlo y graduarme, ese momento fue muy alegre y tenía muchos nervios porque había mucha gente viéndome y tenía miedo de subir, pero cuando subí me dio un alivio y sentí que había logrado por lo que había luchado, pero esto todavía es el comienzo porque yo sé que puedo lograr más con Dios adelante y con todos ustedes apoyándome”, expresó el adolescente.

Factores en contra

Karen Reyes, madre del adolescente, cuenta que estando interno en el hospital intentaron inscribirlo para que recibiera “hospital school”, pero nunca se pudo porque supuestamente la visa que él tenía no le permitía, e igual cuando le dieron el alta médica después del trasplante intentaron ir a otras escuelas. le decían lo mismo, y gracias una seguidora de Andy l contactó para enviarle un regalo, que cuestionó si Andy no iba a estudiar, y al saber lo que estaba pasando, se puso a investigar y desde el estado en dónde estaba le hizo una cita y lo admitieron en Gainesville High School; lo que significó un gran esfuerzo, tanto por el idioma, y porque cuando salió de República Dominicana iba para el sexto grado de primaria, y allá cayó en secundaria.

 

Piden visa humanitaria

Mientras espera se le pueda realizar el segundo trasplante, Karen pide al gobierno dominicano les ayude a gestionar una visa temporal o humanitaria para que Andy pueda tener acceso a seguro médico, pues tienen visa de turistas de 10 años, y deben pedir extensiones de permiso cada seis meses, con los gastos que implica, para poder estar en territorio norteamericano a espera del  procedimiento. Aclara que su intención no es quedarse en Estados Unidos, como siempre lo han demostrado, sino lograr la salud de su hijo, quien sigue recibiendo diálisis tres veces a la semana y todavía no está apto para el trasplante según los doctores, “pero el cirujano de corazón dijo que iba a hablar con el equipo porque se ve muy bien y todos los estudios han salido bien”.