La ceremonia inició con la precisión bancaria. A las 6:30 de la tarde había arrancado la ceremonia de premiación del 9no. Premio Mujeres que Cambian el Mundo que organiza el banco BHD. El tapón del parqueo en el Gran Teatro del Cibao anunciaba presencias pesadas.
Tomé asiento justo a tiempo para escuchar a Josefina Navarro, vicepresidenta sénior de Comunicación Corporativa y Responsabilidad Social del Banco BHD, valorar la importancia de reconocer mujeres que «crean espacios para que otras mujeres puedan progresar».
Las diez finalistas ocuparon la primera fila de la Sala Restauración: María Estela Díaz, Rosanna Estenelao, Grace Butler, Thais Herrera, Argentina Henríquez, Ana Torres, Bernarda Peña Durán, Rafaela Encarnación Rosario (Mai Mora), Fanny Then y Herminia Bueno (Cuca).
Todo sucedía con el orden justo en la primera vez que este premio se entregaba en Santiago. Luis Molina Achécar, presidente del Centro Financiero BHD comentó oportunamente que el 40 % del PBI del país sale de Santiago, para repasar luego las iniciativas, apellidos y nombres de esta Ciudad Corazón que valen en pesos oro, empresas y legados: «Las mujeres que reconocemos hoy tienen la misma visión que esos grandes líderes».
Antes de entrar en materia con las historias y testimonios, el presidente del banco BHD compartió el origen de la estrategia Mujer del banco y cómo ya han sido ejemplo para homólogos en Guatemala y Panamá. Steven Puig sentenció que «El futuro que queremos comienza con una acción». Y esto se confirmó inmediatamente después, gracias a cada historia presentada en audiovisual.
Hasta ahí, imaginamos que el jurado conformado por Huchi Lora, María Amalia León, Oscar Villanueva, Soledad Álvarez, Steven Puig y Secilio Espinal había tenido un trabajo difícil. Para el final de los audiovisuales, la tarea de premiar solo tres ya resultaba imposible.
Las lágrimas y la emoción fueron contagiando mientras pasábamos de mujer a mujer, de pueblo en pueblo: Dajabón, Santiago, San Cristóbal, Azua, Santo Domingo, San José de las Matas y Elías Piña.
Entre tanto dicho y confesado, rescato para la memoria del corazón cuando doña Argentina dijo: «hay que enseñar a la gente a pensar», y Ana Torres afirmó: «Yo nunca me fui de aquí».
No hubo que pedir aplausos y reverencias de pie: toda la sala cumplió con sinceridad genuina en cada entrega. María Amalia León y Soledad Álvarez, entregaron el reconocimiento especial a la educadora Argentina Henríquez.

Los dos segundos lugares fueron a manos de Herminia Bueno, defensora del medioambiente y producción sostenible en Dajabón, y Grace Butler, quien ha promovido el cuidado y la salud de los privados de libertad en las cárceles más sobrepobladas del país.
El momento cumbre se dio: la vicepresidenta de la República Raquel Peña, Steven Puig y Luis Molina Achécar anunciaron que la ganadora 2024 era Rafaela Encarnación, conocida como Mai Mora en su natal Santa Cruz, ese pueblo fronterizo de Bánica, Elías Piña. La ovación duró lo suficiente para que subiese los escasos peldaños hacia el escenario, cargando con 79 años de vida y más de 50 de labor para toda la comunidad que la vio crecer y que ella ha hecho crecer con sus aportes en todos los ámbitos.
Luego del regalo que significaban Maridalia Hernández y Cruzmonty cantando «Santiago en coche» y las respectivas fotos oficiales, ocurrió una primicia: por primera vez el telón subió para dejar pasar al público al fondo del escenario, donde se ofreció el cóctel de celebración y las damas premiadas compartieron de nuevo sus historias más de cerca, y recibieron la admiración y el respeto de todos y todas las que salimos cuestionando nuestro propio aporte y misión en la vida. Mientras, las palabras y fotografías de las finalistas recorrían los muros del espacio con proyecciones de luz.