Santiago. Luichy Vargas incursionó en la música siendo muy niño, teniendo una activa participación en programas en su natal Santiago cuando se inauguró la televisión a color, pasando por populares espacios televisivos que le abrieron las puertas al mundo artístico.

Tras radicarse en Miami, junto a su hermano formó una agrupación que tocaba en las principales fiestas latinas. Lejos de los reflectores de grandes escenarios, y de regreso a su país, se mantiene trabajando en las “Bohemias de casa en casa”, llevando su música a pequeños grupos, pero su labor más gratificante, es la que desarrolla en su comunidad, en la denominada “La casita de música de Luichy Vargas”, donde imparten clases de música y artes escénicas a decenas de niños y adolescentes.

¿Cómo inicia en la música? La formación musical la heredo de mi padre Negro Vargas, quien murió muy joven lamentablemente, después sigue mi tío Carlos Vargas, a quien le llaman el Guitarrista de la Patria. Soy guitarrista, bajista, compositor, porque para uno vivir por más de 40 años de la música tiene que saber de todo un poco. La primera vez que canto públicamente fue en el 70 cuando se inauguró la televisión a color en Santiago, Color Visión, acompañado de mi hermano Alejandro Vargas, tenía unos 12 años, para mí fue sensacional, esa fue la gran experiencia.

¿Por cuales géneros musicales se inclina? Ahora estoy haciendo bachata, pero mi esencia es romántica, soy un bohemio trovador, ese es mi fuerte. Tengo en mi haber seis discos con sellos internacionales como Sonic. 

Su música ha cruzado fronteras, ¿cómo se da este proceso? Después de estar en “Fiestas” de Teleantillas y en el Show del Mediodía, me ofrecen ir a una compañía griega de barcos turísticos junto a mi tío Carlos Vargas y otro músico a tocar durante 4 o 5 años; luego me radico en Miami donde formé el grupo “Luichy Vargas and the latin sounds”, cuando llegó mi hermano, que en ese tiempo dirigía a Sergio Vargas, la agrupación pasa a llamarse Los Hermanos Vargas que hizo historia en Miami, era un grupo pequeño, pero tenía la capacidad de hacer lo bailable y también acompañar artistas.

¿Cómo surge la escuela de música? Llegó un punto que dije mis hijos están grandes, regreso a Santiago, donde tengo mi casa, lo primero que hice, aparte de tratar de abrirme camino, fue abrir la escuela de música, un sueño de toda mi vida, por lo que creé hace 5 años “La casita de la música de Luichy Vargas” dónde damos clases completamente gratis a decenas de niños. Aquí enseñamos, teatro, guitarra y en ocasiones piano. Por la escuela han pasado cientos de niños en estos cinco años, regularmente repiten niños de años anteriores, y dividimos los cursos entre avanzados y principiantes. 

¿Cómo sustenta la escuela? No contamos con la ayuda del gobierno ni nada, soy un poco culpable en eso porque me han aconsejado que haga una fundación para que pueda recibir ayuda de alguna entidad. Pero los costos son muy bajos, lo más caro en un proyecto es el local y en este caso yo lo tengo, uno de los profesores es mi hermano Eddie Vargas, el profesor de teatro es Roberto Capellán, ellos no buscan sueldo lujosos, sino ayudar, hay meses que de lo que me queda resuelvo los pagos, tengo amigos que me colaboran, así es como quisiera mantener la escuela, pero estamos muy limitados, ahora mismo quisiera abrir otros cursos, pero eso significa otros profesores, pero realmente estoy feliz con los resultados de la escuela. 

¿Por qué ese desprendimiento? Es un sueño de toda la vida. Siempre digo que lo que uno sabe debe enseñarlo, uno no puede ser egoísta y quedarse con los conocimientos. Pienso que a veces perdiendo ganas. En ocasiones hago eventos acá, tengo los viernes bohemios, o vienen otros artistas, pero qué pasa, le doy clase a los niños gratis pero a esos eventos vienen los padres. Pienso que hay que sembrar sin pensar en nada, cuando vienes a ver estás cosechando los frutos.