Así bauticé hace ya mucho tiempo a doña Marcela Montes de Oca Mirabal, pues eso ha sido y es ella, ya que sus aportes al quehacer cultural en Santiago a través de su actividad, la tertulia «El Oficio de la Palabra», ha mantenido en alto el interés por la buena lectura en aquellos que, como yo, buscamos en la literatura el conocimiento y el alimento intelectual. Esta actividad es un encuentro casi íntimo con escritores, intelectuales, poetas, hombres y mujeres que con su pluma y su capacidad mental aportan a esa otra educación que, fuera de las aulas escolares, contribuye al desarrollo y conformación del pensamiento humano con criterio.
Doña Marcela ha sido la responsable de que en su tertulia se debatan y se planteen temas de discusión bibliográfica, además de contribuir a la promoción de obras literarias y sus autores de manera más personal y cercana entre escritores y lectores, ya que estas jornadas se realizan de manera presencial, con la presencia física de los protagonistas (los escritores y sus libros) y los lectores y/o admiradores que en cada jornada hacen acto de presencia.
«El Oficio de la Palabra» es una actividad no valorada en su justa medida, ya que debería tener un mayor o más apoyo empresarial, municipal o estatal por su constancia y su importancia como soporte educativo no académico, donde el que asiste se nutre del saber con los planteamientos que en la misma se presentan y se exponen siempre en un matiz de intelectualidad.
Desde el Gran Teatro del Cibao, donde se inició y estuvo dos veces al mes, cada miércoles, hasta la actualidad en el Ateneo Amantes de la Luz, donde se está realizando también cada dos miércoles al mes «El Oficio de la Palabra», la tertulia de doña Marcela, contra vendavales, mares y vientos huracanados, sigue y seguirá siendo el barco portador de promoción del libro, de sus autores, nobeles escritores o de larga data, porque su capitana, doña Marcela, quien recientemente estuvo de cumpleaños y cuya celebración fue precisamente en su tertulia, es la madre Cultural Santiaguera!… HE DICHO!