Hay momentos en la vida que todo se une para desesperarnos: se dañan cosas en la casa, llegan enfermedades, situaciones en el trabajo y problemas familiares, muchas veces todas juntas!
Qué hacer?
Quejarnos? No, no te quejes.
Mira al cielo alábalo, pide ayuda divina y verás cómo ese clamor llega al Trono de gracia.
En esos momento declara: “Yo sé en quien he puesto mi confianza, con todo me alegraré y me gozaré en el Dios de mi salvación!!
Dentro de todas esas circunstancias encontraras la mano de Dios y de amigos para ayudarte, así como herramientas para resolver.
Me he dado cuenta lo importante de controlar nuestros pensamientos y nuestras palabras, son tentaciones del enemigo y provocación para quejarnos, No lo permitas!!
He aprendido que a Dios no le gustan las quejas y estas nos alejan de los Milagros y de su respaldo divino!!
Dios les guarde!