Tina Turner, bautizada como la «reina del Rock and Roll», falleció este miércoles a los 83 años, tras una larga enfermedad en su casa de Kusnacht, cerca de Zúrich, Suiza.
La cantante de origen estadounidense, con una voz ronca y poderosa, y unos movimientos frenéticos sobre el escenario, conquistó al público, convirtiéndose en una de las estrellas inolvidables de los años 80 y 90.
«Con ella, el mundo pierde una leyenda de la música y un ejemplo a seguir», dijo en un comunicado su agente.
Turner había sufrido una serie de problemas de salud, incluidos un cáncer, un derrame cerebral e insuficiencia renal.
La artista saltó a la fama junto a su esposo Ike Turner en la década de 1960 con canciones como Proud Mary y River Deep, Mountain High.
En 1978 se divorció de Ike, quien durante años abusó de ella física y psicológicamente, y logró un éxito aún mayor como solista en las décadas de los 80 y 90.
La cantante era famosa por la energía que desprendía sobre el escenario y su voz ronca y poderosa.
Ganó 8 premios Grammy y entró en el Salón de la Fama del Rock ‘n’ Roll en 2021 como solista, habiendo sido incluida por primera vez junto a Ike en 1991.