Con el regreso a las aulas, una inquietud común entre las madres es qué meriendas deberían empacar para la hora del recreo de sus hijos en los centros educativos. Esto así, porque en los últimos años, ha habido un aumento alarmante de la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso en los niños.
La doctora Rossin Ramírez, una destacada diabetóloga y nutrióloga clínica especializada en diabetes infantil y adultos, afirma que este incremento ha despertado la preocupación de los profesionales de la salud, ya que se ha asociado con la proliferación de enfermedades graves como la diabetes mellitus tipo 2, varios tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos psicológicos.
Considera que, la elección adecuada de los alimentos que los niños consumen en la escuela puede ser una medida preventiva fundamental para mantener su salud y evitar complicaciones a largo plazo.
En medio de esta inquietud creciente, la doctora Ramírez ofrece valiosos consejos para asegurar que los niños disfruten de meriendas saludables.
Enfatiza que una lonchera saludable debe contener una combinación equilibrada de los tres macronutrientes esenciales: carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
Entre las opciones recomendadas por la especialista se encuentran: avena, una porción de pan integral, frutas frescas, frutos secos, atún, huevo, aguacate, aceite de oliva, yogur, pollo o pavo y víveres hervidos.
Sin embargo, la doctora Ramírez también advierte sobre la importancia de evitar alimentos procesados que, aunque pueden parecer convenientes, a menudo contienen altas cantidades de azúcar y aditivos perjudiciales. Algunos de los alimentos a excluir de la lonchera son: galletas dulces, cereales de caja, jugos procesados, barras de granola, sopas instantáneas, embutidos enlatados, gaseosas, maltas, botanas o papitas empaquetadas, así como papillas de frutas procesadas.
La preparación de una lonchera saludable puede requerir tiempo y dedicación, pero los beneficios a largo plazo para la salud y el bienestar de los niños son incalculables. La doctora Rossin Ramírez recuerda a los padres que invertir en hábitos alimenticios saludables desde temprana edad es una inversión en un futuro más saludable y próspero para los pequeños.