Un ataque sorpresa la madrugada de este sábado de Hamas ha sumido a Israel y Gaza en la guerra. Militantes palestinos infiltraron comunidades israelíes y bases militares, con combates en varios lugares. Según el Ministerio de Salud de Israel, al menos 908 israelíes resultaron heridos.
«Estamos en guerra», expresó Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, en una declaración en video frente a la sede militar de Israel.
Los militantes palestinos infiltraron al menos siete comunidades israelíes y bases del ejército, incluyendo la ciudad de Sderot y las pequeñas localidades de Kfar Azza, Nahal Oz, Magen, Beeri, así como las bases militares de Reim y Zikim.
El ejército israelí informó que se habían disparado al menos 2.200 cohetes contra Israel. Este asalto sin precedentes dejó al menos 100 muertos en Israel y más de 198 en Gaza.
milicia de Ezz Al-Din Al Qassam, la rama militar de Hamas. Foto: EFE/ Mohammed Saber.
Reacción global y llamados de contención
El mundo ha reaccionado con condena y llamados a la contención. El enviado de paz de la ONU, Tor Wennesland, instó a todas las partes a evitar un «peligroso precipicio» y expresó que «los líderes de todos los lados tienen que asumir la responsabilidad de la desescalada».
Varios líderes mundiales, incluidos Estados Unidos, Irán, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia y Turquía, expresaron su condena al ataque y su apoyo a Israel.
La Embajada de EEUU en Jerusalén condenó el ataque y pidió a todas las partes que se abstengan de la violencia y los ataques de represalia. El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, afirmó que «Israel tiene derecho a defenderse contra los ataques de cohetes».
Los residentes de Gaza celebraron la audacia de los combatientes que regresaban, mientras simultáneamente se preparaban para la inevitable respuesta de Israel.
La vida en el enclave costero ha sido dura, con 16 años de bloqueo israelí y egipcio llevando a altas tasas de desempleo y a un deterioro generalizado de las condiciones de vida.
Este ataque, ocurrido 50 años y un día después de la Guerra del Yom Kippur, ha reavivado viejas heridas y tensiones en torno a la Mezquita de Al-Aqsa, un sitio sagrado en Jerusalén y un punto focal de la discordia.
Esfuerzos diplomáticos de Egipto en medio de la violencia
Egipto ha estado trabajando como mediador en la tensa situación entre Gaza e Israel. Está negociando un acuerdo que busca prevenir futuros estallidos de violencia y estabilizar económicamente a los empleados del gobierno de Hamás en Gaza.
Sin embargo, los recientes episodios de violencia amenazan con socavar estos esfuerzos y las negociaciones en curso para establecer relaciones formales entre Arabia Saudí e Israel.