La vida , en muchas ocasiones, nos presenta vientos contrarios que nos impulsa a detenernos, mantenernos de pie e impedir llegar a la meta o cumplir el propósito que Papa Dios tiene para nosotros, sus hijos amados.
En esos momentos no debemos parar porque podemos caer, hay que seguir remando o dando pedal, buscar la orientación divina pero proseguir! No te detengas, puede ser que la meta y la victoria esté cerca.
Dios te guarde.