El Día de Corpus Christi, una de las festividades más importantes del calendario litúrgico católico, se celebra con fervor en muchas partes del mundo. Este día, dedicado a la Eucaristía, conmemora la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento.
Corpus Christi, que en latín significa «Cuerpo de Cristo», se originó en el siglo XIII. La festividad fue instituida en 1264 por el Papa Urbano IV mediante la bula «Transiturus de hoc mundo», en respuesta a un milagro eucarístico ocurrido en Bolsena, Italia. Este milagro reforzó la fe en la transubstanciación, la creencia de que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo durante la Misa.
La celebración se lleva a cabo el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, que ocurre el domingo después de Pentecostés. En algunos países, la festividad se traslada al domingo siguiente para facilitar la participación de los fieles.

Tradiciones y costumbres
Las procesiones del Corpus Christi son la manifestación más visible y solemne de esta festividad. En estas procesiones, el Santísimo Sacramento es llevado por las calles en una custodia, acompañado por fieles que rezan y cantan himnos. Estas procesiones se realizan en diversas ciudades y pueblos, donde los devotos se reúnen para rendir homenaje al Santísimo Sacramento.
En muchos países de América Latina y Europa, las comunidades católicas celebran Corpus Christi con gran devoción, combinando elementos religiosos con tradiciones culturales locales. Las procesiones suelen incluir paradas en altares temporales decorados, donde se realizan bendiciones y oraciones.

Relevancia actual
En un mundo cada vez más secularizado, el Día de Corpus Christi sigue siendo un recordatorio poderoso de la presencia de lo sagrado en la vida cotidiana. Para muchos creyentes, la festividad no solo celebra la Eucaristía, sino que también fortalece la comunidad de fe y la identidad cultural.
Las celebraciones de Corpus Christi son oportunidades para renovar la fe y la devoción, así como para reflexionar sobre la importancia de la Eucaristía en la vida cristiana. En tiempos de desafíos sociales y espirituales, la festividad invita a los fieles a redescubrir la unidad y la esperanza en el sacramento central de la Iglesia Católica.
El Día de Corpus Christi es más que una celebración religiosa; es una afirmación de fe y tradición que une a comunidades en todo el mundo. A través de procesiones, oraciones y manifestaciones de devoción, los fieles expresan su amor y reverencia por el Santísimo Sacramento.