La bahía de Samaná se prepara para ser, una vez más, el escenario de uno de los espectáculos naturales más fascinantes del Caribe: el avistamiento de ballenas jorobadas. Este fenómeno, que se extiende desde mediados de enero hasta finales de marzo, no solo atrae a miles de visitantes nacionales e internacionales, sino que también fortalece la identidad de la provincia como un epicentro del ecoturismo en la región.
Cada año, estas majestuosas criaturas recorren miles de kilómetros desde las frías aguas de Alaska hasta las cálidas costas dominicanas para cumplir con su ciclo reproductivo. Durante este período, los turistas tienen la oportunidad de observar su comportamiento en el hábitat natural, como saltos espectaculares, aletas que se alzan sobre el agua y los característicos cantos de los machos, que resuenan en las profundidades del océano.
El Ministerio de Turismo ha señalado que esta temporada será clave para el desarrollo económico local y el fortalecimiento del turismo sostenible. Según el ministro David Collado, se han implementado estrictas medidas para proteger tanto a las ballenas como a los visitantes. Los avistamientos se realizarán en grupos reducidos, bajo la supervisión de guías especializados, para garantizar que la actividad tenga el menor impacto posible en el ecosistema marino.
Además, las autoridades locales y los operadores turísticos han reforzado su compromiso con la promoción de un turismo educativo y responsable. En cada salida, los visitantes podrán aprender sobre el proceso migratorio de las ballenas jorobadas, su importancia en el equilibrio ecológico y los esfuerzos globales para su conservación.
La temporada también tiene un impacto significativo en la economía de la provincia, beneficiando a pescadores, artesanos, guías turísticos y pequeñas empresas que ofrecen servicios relacionados con esta actividad. En palabras de los propios residentes, «el regreso de las ballenas significa vida para Samaná».
Para aquellos interesados en vivir esta experiencia única, las embarcaciones están preparadas para ofrecer recorridos seguros y emocionantes, permitiendo disfrutar no solo del avistamiento de ballenas, sino también de la belleza natural de la bahía y sus alrededores.