SANTO DOMINGO, RD. — El consumo frecuente de alimentos ultraprocesados puede alterar el equilibrio hormonal, provocando problemas como resistencia a la insulina, hipertensión, aumento del colesterol y diabetes. En los niños, estos productos contribuyen a la aparición temprana de trastornos hormonales debido a su alto contenido de azúcares añadidos, colorantes y aditivos.
La endocrinóloga Inoelva Espinal explicó que la dieta juega un papel clave en la regulación de las hormonas y que una alimentación desorganizada puede generar alteraciones metabólicas con graves consecuencias para la salud. Sus declaraciones fueron ofrecidas durante una entrevista en el programa Buenos días RD.
Según Espinal, las hormonas son fundamentales para la comunicación interna del cuerpo y cualquier desbalance en su producción puede afectar múltiples funciones vitales. «Si hay alguna de esas hormonas que están alteradas, pues vienen los trastornos. Puede ser que esas hormonas estén trabajando de más, produciéndose en altas cantidades, o puede ser que esas hormonas estén produciéndose en poca cantidad», explicó.
Uno de los problemas más frecuentes derivados de una mala alimentación es la sobreproducción de insulina, que ocurre cuando el cuerpo debe procesar grandes cantidades de carbohidratos refinados y azúcares añadidos. «Si yo estoy comiendo mucho, voy a producir de más y eso me va a traer una cascada de problemas», advirtió la especialista, señalando que esta condición puede desencadenar enfermedades metabólicas.
El impacto de los alimentos ultraprocesados no solo afecta a los adultos, sino también a los niños. Espinal lamentó que cada vez más menores enfrenten problemas hormonales debido a una dieta inadecuada y el desconocimiento de sus padres. “Hoy en día, tristemente, los trastornos hormonales en niños se producen por una mala alimentación”, afirmó.

Además de la alimentación, el estrés también influye en los desbalances hormonales. La especialista explicó que el cuerpo libera hormonas para enfrentar situaciones de tensión, pero cuando estos episodios de estrés son constantes, se genera una producción excesiva de ciertas hormonas. «Tu cuerpo no identifica si ese estrés es porque te está persiguiendo un animal salvaje o porque te preocupa la situación», señaló, destacando que esta respuesta puede provocar aumento de peso, insomnio y ansiedad.
Para evitar estos problemas, Espinal recomendó optar por una alimentación balanceada, reduciendo el consumo de productos ultraprocesados y priorizando alimentos naturales. También enfatizó la importancia del ejercicio como un factor clave para mantener un equilibrio hormonal adecuado y prevenir alteraciones metabólicas.