Santiago de los Caballeros, RD. Cuando la medicina ya no puede ofrecer una cura, se puede brindar calidad de vida, dignidad y acompañamiento humano. En ese punto comienza la labor del primer “hospice” del país, el cual abre sus puertas gracias a la Clínica Serenia de Santiago.
Se trata de un modelo de atención centrado en el cuidado paliativo que acompaña a personas con enfermedades avanzadas o en etapa terminal.
El nuevo centro, bajo la dirección del doctor Julián Rodríguez, médico paliativista, prioriza el alivio del sufrimiento y el bienestar integral a través de cuidados especiales.
“Un hospice no es un hospital, ni un hogar de ancianos, es un espacio creado para vivir con dignidad hasta el final. Aquí, cada paciente es atendido como un ser humano completo, con cuerpo, mente, emociones y espíritu, respetando sus valores”, explicó el doctor Rodríguez.
En el naciente hospice se ofrece atención profesional, cálida y compasiva en instalaciones diseñadas para brindar confort, privacidad y amor.
El equipo interdisciplinario está formado por médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, consejeros espirituales y voluntarios, quienes acompañan cada etapa con sensibilidad y humanidad.
Entre los servicios que ofrecen está el control y manejo de síntomas físicos como dolor, dificultad respiratoria o insomnio junto al apoyo emocional y psicológico tanto al paciente como a su familia.
Cuentan con asistencia espiritual respetando las creencias individuales, acompañamiento en el proceso de duelo antes y después del fallecimiento, al igual que cuidado domiciliario para quienes eligen permanecer en casa.
Además, internamiento temporal o permanente en habitaciones acogedoras con atención las 24 horas, unidad de día, atención ambulatoria con terapias, alimentación, talleres y acompañamiento diario.