Al 2023 le quedan ocho fines semana, cuatro quincenas por cobrar, dos titulares de prensa («no hay telera esta Navidad», «Lanzan operativo Navidad Segura», yo pongo estos dos, elija sus favoritos)…  

Y como yo sigo escasa de tiempo, mi editora nunca se queja de lo que escribo aquí y la exposición de poemas mirando al Monumento dura hasta el lunes, cuelgo aquí estos versos. Y ahora, un poema: 

 

Lluvia de noviembre 

 

Se nos van los días entre cables 

nombres y dolores postergados 

el color de la rabia nos cubre las heridas 

el agua cae con dulzura 

amortigua los besos ausentes 

este noviembre con devoción inmensa 

se agota en voces que niegan y confiesan 

tirando las pieles que se extrañan 

y se buscaron en otro tiempo inverosímil 

guardado con alcohol en las costillas 

hay fríos que nos esperarán 

calles que nunca existirán para nosotros 

paredes que nunca delatarán nuestras sombras 

todo quedará sepultado 

con rosas amarillas bajo cualquier nombre 

serán dichas las palabras 

que siempre sumarán inalterables nuestro destino 

ese día noviembre y su lluvia volverán 

promesa de cenizas que hago en el imposible