Santiago de los Caballeros ha perdido a uno de sus hijos más ilustres. El pasado lunes 4 de marzo, en la ciudad de Santo Domingo, falleció don José A. León Asensio, a los 88 años de edad. Nacido el 21 de febrero de 1934, fue el hijo menor del matrimonio de Eduardo León Jimenes, fundador en 1903 de la fábrica de cigarros La Aurora, y doña María Asensio Córdoba.
Don José A. León Asensio fue un empresario excepcional que, junto a sus hermanos, transformó el negocio familiar de una modesta fábrica de cigarros en uno de los grupos industriales y comerciales más grandes y admirados del país. Cursó la educación primaria en la Escuela Salvador Cucurullo en su natal Santiago y completó sus estudios secundarios en la Taft School, en Watertown, Connecticut, Estados Unidos.
Realizó sus estudios universitarios en el Babson Institute, Wellesley, Massachusetts, donde se licenció en administración de empresas con especialidad en mercadeo, convirtiéndose en el primer dominicano graduado en una institución norteamericana con especialidad en esta área de negocios. Su formación académica le permitió ser ideólogo y propulsor en las empresas de Grupo León Jimenes de la utilización de novedosas herramientas de marketing, publicidad, venta y promoción.
En 1958 contrajo matrimonio con Petrica Cabral, con quien tuvo 66 años de feliz unión que fructificó en tres hijos, María Amalia, Lidia Josefina y José Eduardo, ido a destiempo; 5 nietos, Sarah Amalia, Marcos José, Lidia Amalia, Luis José y María Adelina, y tres biznietos, Enzo, Augusto y Zoe.
Don José, desde la presidencia de la Fundación Eduardo León Jimenes, impulsó junto a sus hermanos y hermanas el proyecto del Centro León. Melómano entregado y fervoroso, fue asimismo el inspirador y principal ejecutor de la emisora de radio Raíces.
Al ocurrir su deceso era presidente honorífico de E. León Jimenes, Fundación Eduardo León Jimenes, Centro León y Emisora Raíces.
Su capacidad de servicio le dio la oportunidad de trabajar como miembro distinguido de un importante grupo de organizaciones empresariales, comunitarias, deportivas y culturales.
El alcance de su trayectoria le permitió ser merecedor de importantes reconocimientos, entre ellos: el Anillo de Plata de Philip Morris en 1978; la Orden Heráldica de Cristóbal Colón en 1983; el Premio Julián Barceló de la Asociación de Cronistas Deportivos como Propulsor del Deporte en 1986; Premio a la Excelencia en Marketing, del COLAM en 1989; Orden al Mérito Duarte, Sánchez y Mella, Grado de Gran Oficial, otorgado en 1993; Empresario del Año 1996; y Premio Empresario de las Américas de la FENACODEP en el 1999. En 2020, el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano lo exaltó como Propulsor del deporte.
En el año 2002, su Santidad Juan Pablo II le reconoció con la Orden de San Silvestre, Gran Insignia de Plata. En el año 2003 recibió un Doctorado Honoris Causa en Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica Santo Domingo; y la Medalla de Oro al Mérito Empresarial “José María Bonetti Burgos” otorgado por la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores (ADPE) en el 2005. Fue homenajeado con el reconocimiento “Un autor y su obra” por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) en el 2012. En el 2013, el presidente de la República de Francia a través de la Embajada de Francia en la República Dominicana le condecora como Comendador de la Orden Nacional del Mérito. Galardonado con el premio nacional Pro-Juventud en 2014. Asimismo, en 2014 la Asociación de Industria de R.D. Instauró el “Galardón al mérito industrial” honrándolo con la primera elección.
De sólida formación ética, fue hombre íntegro, justo, de gran visión y sensibilidad. Sus condiciones personales y su compromiso con el desarrollo nacional le llevaron a forjar desde sus empresas un modelo ejemplar de responsabilidad social corporativa.
Ejerció la solidaridad con los mismos parámetros de excelencia que caracterizan su trayectoria empresarial. Durante largos años la familia León y sus empresas han apoyado numerosas iniciativas y proyectos artísticos, culturales, comunitarios, deportivos, educativos y medioambientales.
Su trato cálido, amable y abierto, junto a su gran agudeza y fino sentido del humor hacían memorable cualquier encuentro con don José León. Un líder de gran carisma que predicó con el ejemplo.
Su legado queda en el quehacer cultural de Santiago… Recuerdo una vez viendo un documental en una exposición del Centro León, donde expresaba que estaba pago, al ver a los estudiantes visitando la entidad… Paz a su alma.