Nacido el 6 de septiembre de 1833 en Moca, hijo de padre haitiano (nacido en Cabo Haitiano) y madre dominicana, mocana. Fue criado y vivió la mayor parte de su vida en Santiago, donde se le conoció y él mismo se autobautizó como «El Poeta del Yaque». Alix, autodidacta, no tuvo educación académica formal, pues la pobreza en la que vivía lo obligó desde temprana edad a trabajar. No obstante, poseía un talento innato, demostrado en su habilidad para las décimas, en las que conjugaba situaciones del diario vivir con palabras comunes del léxico urbano de su época.
Expresiones como «Entre Luca y Juan Mejía», «Esto es paja pa’ la garza», «El follón de Yamasá», «El negro detrás de la oreja», y «Coger los mangos bajitos», entre muchas otras, fueron popularizadas por él en sus décimas, que interpretaba en los ambientes festivos y bebedores de aquellos tiempos. Allí, la diversión se sustentaba en las expresiones de las décimas, que muy pocos, como Juan Antonio Alix, tenían el talento de interpretar con su particular estilo.
Es preciso destacar que el «poeta del pueblo», como también se le conocía, fue además un patriota, defensor de la soberanía mancillada a raíz de la Anexión a España en 1861. Dos años después, durante la Guerra de la Restauración, se unió a la lucha encabezada por Gregorio Luperón, alcanzando el rango de cabo en el ejército libertador, destacándose como soldado en las contiendas bélicas escenificadas en la ciudad de Santiago.
El Carnaval era otra ocasión en la que el decimero criollo participaba activamente. Disfrazado y con colores diversos, pintaba su copiosa barba y recorría las calles interpretando con su característica gracia la cotidianidad. Era seguido por todos aquellos que, al verlo, se unían en una sola voz a sus décimas, ya famosas en su tiempo.
Su poesía satisfizo, en su momento, una necesidad, una época, un tiempo donde la cotidianidad, el chisme, las habladurías, el comadreo y el compadreo eran parte de la convivencia en una población limitada económicamente y con pocas o ninguna opción de diversión.
Sus obras están recogidas en diferentes volúmenes bibliográficos, entre los que se pueden citar: Décimas, Décimas 2 tomos, Décimas Políticas y Décimas inéditas. En poesía criolla, están editadas: El follón de Yamasá, Los campesinos dominicanos, Los mangos bajitos, El cometa Halley, Amor y geografía y El amor del gato.
Falleció el 18 de febrero de 1918 en la ciudad que amó, Santiago de los Caballeros, la de su querido río Yaque. Hoy, una estatua suya en el Parque Duarte adorna y recibe a visitantes y habituales, recordándonos así, para la eternidad, su vida como decimero. ¡HE DICHO!