Santiago. A cuatro años de inaugurado, el Jardín Botánico Eugenio de Jesús Marcano ha hecho importantes aportes a esta ciudad, los que se evidencian en el impacto medioambiental, al convertirse en reservorio de plantas y aves endémicas, y el social, al recibir miles de visitantes a diario.
El jardín botánico, nombrado en honor al botánico e investigador que hizo aportes importantes al desarrollo de las ciencias naturales, lleva 16 años en proceso, quedando inaugurado la primera etapa hace cuatro, y desde entonces se han desarrollado unas 18 obras como el mariposario, orquidiario, cafetería, laberinto, humedales, aulas para talleres, kioscos, con el apoyo del sector privado; y actualmente tiene unas cinco en desarrollo, con apoyo público-privado, por lo que faltarían unas nueve para completar las 32 obras planteadas para realizar en etapas.

 

Área verde

El Jardín Botánico de Santiago consta de 650,000 metros cuadrados de área verde, un número relevante, ya que Santiago siendo la segunda ciudad de importancia del país, apenas tenía 2.3 metros cuadrados de área verde por habitante, muy distante de los 9 metros mínimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud, por lo que su incorporación implicó multiplicar en un 50% esa estadística, de acuerdo a lo informado por Nelson Bautista, secretario del patronato que lo rige, que preside el Centro Regional Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (CURSA-UASD), e integrado por entidades y munícipes comprometidos con la obra.

Entre los aportes del botánico están además servir de conexión entre las distintas comunidades circundantes con la Avenida Circunvalación Norte, por la vía de acceso para llegar al jardín, que antes no existía. “Esta es una obra de libre acceso que abre siete días a la semana, de 8:00 de la mañana a 6:00 de la tarde para público en general, con entrada libre y gratuita, y hay un club de caminantes para las personas que se inscriben por tema de seguridad que empieza a las 5:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche, convirtiéndose en uno de los espacios más seguros para hacer ejercicios, en los años que tenemos operando no ha pasado un tipo de incidente, hay una seguridad militar y una seguridad civil diseminado por todos lados”, informó Bautista, quien también informó que el patronato maneja el parque desde el punto de vista normativo y de gestión de recursos.
Durante una visita guiada a los miembros de las asociaciones de Prensa Turística y de Cronistas de Arte, filial Santiago, Nelson Bautista informó que actualmente el jardín tiene en proceso de diseño y concurso del centro de visitantes, ampliación del parqueo, está construyendo un centro de eventos y exposiciones que estará listo en seis meses, y el primer gran parte infantil que va a tener la ciudad de Santiago, cuenta con el apoyo del gobierno central.

El Jardín Botánico de Santiago se ha convertido en uno de los principales atractivos de la ciudad, al que acuden visitantes locales, de otros pueblos del país, así como organizaciones que trabajan con el tema ambiental. Es un espacio atractivo para hacer sesiones de fotografías y encuentros familiares, entre otros. La mayoría de sus empleados son residentes del entorno que han recibido formación técnica.

Su diversidad atrae a los visitantes

El Jardín Botánico tiene en su espacio un Banco Genético de la Caoba Dominicana, palmas endémicas, plantas medicinales, aromáticas, así como un humedal construido desde cero, donde hicieron un experimento plantando mangles, que se adaptaron al clima y se están multiplicando, siendo el único lugar del país donde se puede ver mangle en tierra adentro, o sea que no están en costas. Además, allí hay decenas de aves endémicas, que han llegado allí atraídas por el ambiente creado, de acuerdo a lo explicado por Nelson Bautista, quien informó que en el último sondeo de aves, realizado en octubre del año pasado, contaron 62 especies, fotografiadas y documentadas, “lo que significa que este tipo de plantas que hemos llenado el jardín traen vida, trae aves migratorias”. De acuerdo a las estadísticas, en el primer año recibieron 500.000 personas, los dos siguientes años por el tema de la pandemia se redujo y este año van a un ritmo que les permite proyectar que recibirán unas 700 mil personas. Los fines de semana van de tres a cinco mil personas por día, cuándo hay escuelas y colegio en promedio van entre 800 y 1500 personas los días de semana.