La Vega. Al celebrarse el 24 de septiembre el Día de las Mercedes, miles de personas peregrinan al santuario nacional en honor a la virgen ubicado en el Santo Cerro, ya sea para cumplir alguna promesa, por devoción, para  implorar algún milagro o hacer turismo religioso.

El Santuario Nacional Nuestra Señora de las Mercedes recibe personas de diferentes puntos del país y del extranjero los días previos a esta fecha, siendo los días de mayor tráfico de personas del 22 al 24, cuando culmina la fiesta religiosa con varias eucaristías y una procesión con la virgen a cuestas.

El origen de la devoción a las Mercedes se remonta a España, y llega al país cuando los reyes le obsequiaron al almirante Cristóbal Colón una virgen como detalle por el descubrimiento de América, en su segundo viaje en 1495 la trae al cerro, donde plantó una cruz de níspero, -cuyo hoyo aún se conserva-, y se comienza a venerar la Santa Cruz como un signo de la evangelización de la isla.

En el 1616 se declara la Virgen de las Mercedes patrona de La Isla, y en el siglo XVIII los sacerdotes mercedarios vuelven a fomentar la devoción a la virgen en el Cibao en el Santo Cerro. Para finales del siglo XVII se celebraban allí dos fiestas: la fiesta de la Santa Cruz el 3 de mayo y la fiesta de la Virgen María el 8 de septiembre, instaurándose para finales del siglo XVIII la fiesta de Nuestra Señora de las Mercedes para el 24 de septiembre.

El Santuario

Donde hoy día está el santuario que tantas personas y promesas ha recibido, había una pequeña ermita en el convento de las Hermanas Mercedarias hacia el año 1525. Esta colapsó en el año 1842 debido a un gran terremoto en La Vega vieja; en el año 1869 ya lo habían remodelado pero una fuerte tormenta volvió y lo derrumbó y fue para en el año 1880 cuando monseñor Roque Cochia, obispo italiano mandó al arquitecto santiaguense Onofre de Lora que construyera el santuario, cuya estructura, vista desde lo alto, simula una cruz.

En su infraestructura tiene muros de ladrillos, de los restos de La Vega Vieja. En su interior se destacan detalles en madera tallada, en su cúpula aparecen pinturas alegóricas a los evangelistas Lucas, Marcos, Mateo y Juan, obra del artista vegano, Enrique García Godoy en 1920.

Monumento a la cruz

Detrás del santuario fue levantado en el 2012 el monumento de Luz del Mundo, una gigantesca cruz construida en piedra coralina, con un corazón que simboliza el amor, una iniciativa del Ministerio de Turismo y la Diócesis de La Vega.