Con el inicio del año 2024, coincide el inicio de un nuevo espacio en Jacagua Express, se trata del programa interactivo, “JE Radio Streaming”, un programa que, según su principal conductor, Amaury Ureña, contará de forma permanente con panelistas que darán informaciones desde su punto de vista y contará con secciones que llevará variedad a su público. Plantea Ureña, que es una propuesta comunicacional novedosa para el Distrito Municipal San Francisco de Jacagua.
Además, agrega Ureña, que el programa se transmitirá todos los martes, comenzando este martes 9 de enero, desde las 6 de la mañana, en la Plataforma de YouTube de Jacagua Express, y luego se publicará en Facebook e Instagram de manera seccionada. Será el primer programa con esas características en el Distrito Municipal San Francisco de Jacagua.
A partir de esa gama de información relevante sobre el programa y las características que hemos ofrecido, entramos en materia con nuestra reflexión, que, a propósito, también tendrá su espacio en el referido programa.
Entrando en materia:
Definiendo el Respeto:
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el respeto se asocia con el acatamiento que se hace a alguien; incluye atención y cortesía. El respeto es un valor que permite al ser humano reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos.
Desde el punto de vista bíblico, el respeto se centra en que pienses cómo se sienten los demás. Consiste en tratar a los demás de la misma forma que quieres que te traten a ti, teniendo en cuenta sus sentimientos y su bienestar», respecto a esto nos plantea el evangelio según san Mateo, “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes” (Mateo 7, 12), a esta cita bíblica se le conoce como la regla de oro.
A partir de estos puntos de vista o definiciones sobre el respeto quiero enfocar mi reflexión en este caso.
Reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos. Si cada ser humano fuera consciente de estos enunciados y ponerlos en práctica, probablemente la paz abundara en nuestro mundo, pero resulta difícil en muchas ocasiones reconocer y aceptar las cualidades y derecho del prójimo, y más difícil aun, resulta el apreciar y valorar las cualidades del otro. Para lograr esto, tenemos que conocer y poner por obras la libertad y la responsabilidad, valores asociados al respeto. Es decir, en cuanto yo valore mi libertad, y asuma con responsabilidad las consecuencias de mis actos, entonces seré capaz de respetar al otro.
“Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes” (Mateo 7, 12), estas palabras, contenidas en la biblia y puesta en los labios de Jesús, según el evangelio de Mateo, enmarcan una carga enorme de sabiduría. Observemos detenidamente: Lo primero que observamos es la llamada a respetarnos nosotros mismos, alguien que no se respeta, probablemente no respetará a nadie, pues nadie puede dar lo que no tiene. De ahí, que nos invita a reconocer nuestra dignidad como persona, y reconociendo nuestra dignidad, estamos llamados a respetar la dignidad del otro, pues cada persona posee dignidad, eso incluye niños, niñas y adolescentes, la mujer, los ancianos, los pobres y desamparados, los enfermos, en fin, todo el mundo.
Además, observamos un llamado a la libertad y a la responsabilidad, como ya mencionamos más arriba. Yo soy libre de hacer lo que quiera, en el momento y lugar que quiera, es mi vida y hago con ella lo que me plazca, sin embargo, cuando actuamos en base a nuestra libertad, corremos el riesgo de convertir esa libertad en libertinaje, pues es eso justamente la libertad sin responsabilidad. Y pongo un ejemplo para ilustrar mejor la idea que quiero trasmitir, si yo uso de manera irresponsable mi libertad, corro el riesgo de perderla, por ejemplo: si libremente decido atacar a alguien porque no me cae bien, o por cualquier razón, alegando que tengo libertad para hacerlo, ese acto, como consecuencia, me traería la privación de mi libertad, y puede ser peor, si la otra persona llegara a reaccionar, podría hasta quitarme la vida, y perdiendo la vida, pierdo todos mis derechos. La verdadera libertad, implica reconocer la libertad del otro.
Concluyendo.
Para concluir, hago alusión a un enunciado hecho por el escritor estadounidense, Dale Carnegie, en su libro “Como ganar amigos e influir sobre las personas”: “El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás”. Es decir, el respeto es todo lo que hemos dicho anteriormente y es, además, empatía.
El autor es Ingeniero, Locutor y Experto en Seguridad y Salud en el Trabajo.