Ciento cuarenta años de existencia cultural y educativa que acaba de cumplir este pasado 22 de agosto, esta entidad fue fundada por el maestro, periodista, poeta, intelectual e ilustre ciudadano Don Eugenio Deschamps en el año mil ochocientos ochenta y cuatro. Desde entonces y hasta la actualidad, su impronta edificadora y constructora de ideales educativos para generaciones ha sido constante.
Ubicada en pleno Centro Histórico de la Ciudad de Santiago, su lugar de origen, para toda la provincia, esta institución cultural ha llevado consigo la impronta literaria de los diferentes escritores que, desde antes y después de su fundación, han hecho sus aportes a la Bibliografía Dominicana. Además, ha sido y sigue siendo un centro de tertulias, estudios, coloquios, y de toda la ebullición intelectual, adaptándose a los cambios de cada época, de cada generación, y como en la actual, también ofreciendo servicios informáticos diversos. La Alianza Cibaeña, en la actualidad, dirigida eficazmente, a pesar de las precariedades, por un mecenas de la cultura como lo es Johnny Guerrero, nuevamente elegido como su presidente, forma parte de las ya muy pocas bibliotecas públicas que sobreviven en el país. A pesar del cada día menos usado recurso de la lectura, del libro como herramienta orientadora en su estado físico, la institución se mantiene a flote en condiciones lamentables, sustentada más por la pasión de quienes aquí ofrecen sus servicios que por lo económico, junto a la fidelidad de aquellos que, con un sentido de identidad, se identifican con la Alianza.
La Alianza Cibaeña, pese a la indiferencia municipal y estatal, como autoridades responsables de su sostenimiento en términos económicos, sobrevivirá. Seguirá siendo ese faro de luz que hasta ahora ha iluminado el horizonte de miles de aquellos que, como quien escribe, en ella han encontrado la savia del conocimiento. Visitar este recinto es como asistir a un lugar de crecimiento personal, pues en ella se recibe sabiduría, ya que eso son los libros y eso tienen en su interior: conocimientos para aquellos que lo buscan.
La Alianza Cibaeña es un Patrimonio Cultural, no solo de Santiago, sino de todo el país, que ha trascendido el tiempo, los años, y como tal, su legado debe perdurar. Y así será, porque aliancistas somos todos los santiagueros, los que amamos nuestra identidad y la defendemos, y eso es ella: parte de nuestra identidad como pueblo educado.
¡Celebremos todos los ciento cuarenta años de la Alianza Cibaeña! ¡HE DICHO!