César Nicolás Penson, escritor, periodista, poeta y creador de la célebre obra literaria costumbrista dominicana titulada «Cosas añejas», fue el director del primer intento de medio informativo escrito en la República Dominicana, bautizado con el nombre de «El Telegrama», el siete de agosto del año mil ochocientos ochenta y dos (1882). Aunque este solo tuvo una presencia de cuatro meses de circulación, creó las bases para la continuidad de la información escrita a través de un medio impreso en esa época.
Posteriormente, el mismo Nicolás Penson crearía «El Diario del Ozama», de corta duración también, producto de la situación de dificultad geopolítica que vivía el país y las limitaciones económicas por las que atravesaba la isla. Tanto «El Telegrama» como «El Diario del Ozama» fueron, más que medios informativos de la época, dos intentos de sustentar la débil vida democrática dominicana en una época de caudillismo y represiones de carácter impositivo por fuerzas externas que, desde la ocupación haitiana, eran el pan nuestro de cada día en la aún naciente República.
Es de destacar que César Nicolás Penson, independientemente de su limitada carrera como director de estos dos periódicos, desarrolló una prolífica carrera como escritor y filólogo (estudio de las lenguas). Además de ejercer el magisterio con dedicación meridiana, fue también colaborador de «Listín Diario». Creó, aparte de la antes mencionada obra «Cosas añejas», literatura obligada en la escuela primaria de mi época de escolaridad, y escribió el ensayo titulado «Reseña histórico-crítica de la poesía en Santo Domingo». Estos dos legados forman parte de la bibliografía dominicana y deberían ser editados por el Ministerio de Educación y puestos a disposición de las nuevas generaciones. Así, con sus obras, se rendiría tributo de recordación a la productiva vida magisterial, periodística y patriótica de César Nicolás Penson, quien falleció a la temprana edad de cuarenta y siete años, y cuyo nombre está bautizado en una importante vía en la ciudad capital. ¡HE DICHO!