El Día de la Tierra, celebrado el 22 de abril de cada año, es mucho más que una fecha en el calendario. Se ha convertido en uno de los mayores movimientos de protesta ambiental a nivel mundial.
Este año, bajo el lema «El planeta contra los plásticos», el Día de la Tierra busca concienciar sobre la amenaza que representan los plásticos para el planeta.
El movimiento comenzó en 1970, cuando millones de personas en Estados Unidos salieron a las calles para manifestarse por la crisis ambiental que se estaba gestando. Esto condujo a la creación de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) y a la promulgación de leyes ambientales clave.
Desde entonces, el Día de la Tierra ha crecido y se ha globalizado. En 1990, más de 200 millones de personas de 141 países se unieron a los esfuerzos por impulsar el reciclaje en todo el mundo.
Este impulso llevó a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992 en Río de Janeiro, Brasil, donde se crearon importantes convenciones y acuerdos internacionales sobre cambio climático y biodiversidad, según datos publicados en un artículo del Foro Económico Mundial.
Hoy en día, el Día de la Tierra es más relevante que nunca. Con la crisis climática en pleno apogeo, es urgente que los líderes mundiales y las empresas tomen medidas concretas para abordar el calentamiento global y proteger nuestro planeta.
El Día de la Tierra es un recordatorio de la importancia de cuidar el planeta. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia, ya sea participando en actividades locales, como limpiar un parque o plantar árboles, o presionando a los líderes y empresas para que tomen medidas concretas para proteger nuestro hogar común. La supervivencia de esta generación y la de las generaciones futuras dependen de ello. ¡Es hora de actuar por un futuro sostenible para todos!